Acompañar a una persona psicológicamente es entrar en contacto con su mundo interno, con sus heridas, sus vínculos, sus recursos y sus formas de sobrevivir. Desde esta comprensión, concibo la terapia como un espacio seguro de reconexión, donde el proceso personal es valorado con respeto, profundidad y cuidado.
Mi mirada se basa en una visión humanista e integradora, en la que el sufrimiento no se patologiza, sino que se comprende como una expresión de necesidades no escuchadas, de vínculos inseguros, de experiencias no digeridas. Me apoyo en marcos como la teoría del apego, la terapia EMDR (desensibilización y reprocesamiento de experiencias traumáticas) y el modelo IFS (Internal Family Systems), que permite trabajar con nuestras partes internas desde la compasión, la seguridad y la autorregulación.
Desde la psicología perinatal y el inicio de la vida, hasta la infancia, la adolescencia, la adultez y los vínculos de pareja, mi trabajo abarca las distintas etapas del desarrollo humano. Acompaño procesos de crisis, duelo, ansiedad, búsqueda de sentido, trauma relacional o crecimiento personal, siempre con la certeza de que cada persona tiene dentro de sí los recursos necesarios para sanar.
Aquí puedes conocer los espacios terapéuticos y formativos que ofrezco para apoyarte en tu camino hacia un bienestar más auténtico y profundo.