La psicoterapia con niños, niñas y adolescentes requiere una mirada atenta, flexible y cálida. A través del juego, el lenguaje simbólico, la psicoeducación emocional y el vínculo terapéutico, acompaño a los menores a expresar y elaborar aquello que no siempre pueden decir con palabras.
Trabajo con dificultades emocionales, conductuales, situaciones de cambio o trauma, teniendo siempre en cuenta la historia vincular y el contexto familiar. Además, incluyo espacios de orientación para madres, padres o figuras cuidadoras, entendiendo que el acompañamiento familiar es clave para sostener los procesos de los más pequeños.
Mi enfoque se basa en la teoría del apego, el trabajo con partes (IFS) y herramientas integradoras que priorizan la seguridad emocional, la expresión auténtica y el desarrollo saludable del mundo interno del menor.